“Por Larrañaga” fue la segunda fábrica de tabacos de Cuba propiedad de particulares, precedida únicamente por la fundada por Francisco Alvarez Cabañas en 1797.
La fábrica fue establecida en 1834 en la calle San Miguel número 58, de La Habana, por un inmigrante español llegado a la ciudad en 1825.
Existen dudas con respecto a su nombre de pila, ya que algunos autores se refieren a él como Ambrosio Larrañaga, mientras que otros le llaman Ignacio Larrañaga o Por Larrañaga.
Las marcas usadas por Larrañaga fueron “Habanos 1834”, “La Guipuzcoana”, “Rough and Ready” y “Alexander II”.
Años después de fundarla, Larrañaga vendió su fábrica a Antonio Rivero, de “Rivero Martínez y Compañía”, quien introdujo las marcas “Flor de Rivero”, “Sueños de Colón”, "S. M. L. Don Carlos", “Sir Walter Raleigh”, “Aromas de Cuba”, “Flor de Alvarez”, “La Gloria” y “La Legitimidad”.
A finales del siglo XIX la fábrica fue trasladada para la calle Belascoaín 2B, con la viuda e hijos de Rivero como propietarios.
En 1914 la firma cambió su denominación a “Por Larrañaga, Fábrica Independiente de Tabacos de Vuelta Abajo, S.A.”
En 1925 la firma produjo los primeros tabacos torcidos a máquina en Cuba.
En 1937, establecidos ahora en la Avenida de Carlos III número 173, la Por Larrañaga fue vendida a la "Compañía Tabacalera Nacional Habana", la cual la traspasó a la compañía inglesa "Morris & Morris", con casa matriz en Nueva York.
Poco después, la firma cambió nuevamente su razón social, ahora a "Por Larrañaga, Fábrica de Tabacos, S.A.”
En esta época, el edificio se encontraba marcado con el número 173 de la Avenida Carlos III. Las marcas que ahora comercializaba eran “Por Larrañaga”, “Habanos 1834”, “Petronio”, “Flor de Alvarez”, “La Gloria”, “El Torcillo”, “Flor de Cimiente”, “Flor de Zavo”, “La Atlanta” y “La Fraternidad”.
La “Por Larrañaga” fue intervenida en 1960 y sus producciones trasladadas a la factoría de “La Corona”, pero el local de la Avenida Carlos III, se mantiene aún como fábrica de habanos.
Orlando Arteaga Abreu.